El Campus de la Universidad Loyola, diseñado por luis vidal + arquitectos, es el primer campus integrado LEED Platino del mundo
11 de agosto de 2020
El nuevo campus universitario de la Universidad Loyola, situado en Dos Hermanas, Sevilla, y diseñado por luis vidal + arquitectos, ha conseguido ser reconocido con el certificado medioambiental LEED Platino, gracias a su fuerte apuesta por la sostenibilidad íntegra de todo el complejo.
El campus, inaugurado a finales del año pasado para el curso 2019-2020, se diseñó con el objetivo de conseguir espacios cómodos y agradables que favorecieran la comunidad universitaria y la actividad académica, mientras se enfatizaba el valor 5G, un centro universitario del siglo XXI: tecnológico, accesible, sostenible, responsable y que toma al ser humano como medida. Todos estos valores han sido claves para diseñar el primer campus integrado 5G del mundo que además es eficiente energéticamente y se alza como referente medioambiental como el primero en conseguir tan alta certificación.
Esta apuesta por la sostenibilidad se ha materializado en numerosas medidas. En lo que respecta a los materiales, más del 20% de los materiales del edificio provienen de usos anteriores, y más del 30% tienen extracción y producción a menos de 800 km., evitando o minorando así de forma importante los perjuicios medioambientales inherentes a los grandes desplazamientos de materiales.
Por otro lado, se ha restaurado la vegetación de la parcela con especies autóctonas o adaptadas de forma consistente con el clima local, lo que redunda en menos riesgos para flora local existente, menos consumo de agua y mejor tasa de supervivencia de las especies implantadas. Las zonas ajardinadas ocupan 12.100 m², donde se han plantado 173 ejemplares de 14 especies distintas de árboles y 41.736 ejemplares de 63 especies distintas de arbustos vivaces y tapizantes.
Asimismo, en el uso eficiente del agua, destaca la construcción de un aljibe para la implantación de un sistema de recuperación parcial de aguas grises para el uso en inodoros, además de la correcta gestión del agua de lluvia en la parcela.
En cuanto a las medidas de eficiencia energética, destacan entre otras, la adecuada orientación del edificio -principalmente Norte y Sur) y el control del soleamiento (velas, voladizos) para impedir ganancias excesivas de calor a través de las fachadas; la envolvente del edificio (cubiertas, fachadas, ventanas) está muy cuidada para minimizar las ganancias y pérdidas energéticas excesivas; los colores de los materiales de cubierta son reflectantes, para evitar la acumulación del calor recibido por radiación; y la instalación de paneles fotovoltaicos con una producción máxima de 150 KWp, lo que supone una disminución del consumo energético neto del edificio.
En conjunto, las medidas implementadas suponen que el edificio consume alrededor de 40% menos de lo que consume un edificio similar que simplemente cumpliera la normativa vigente.
La calidad del ambiente interior también se ha tenido en cuenta con diversas medidas, Se seleccionaron materiales con bajos niveles de COVs (Componentes Orgánicos Volátiles) para reducir la huella medioambiental de las instalaciones. Además, se incorporan grandes felpudos al diseño de los accesos al edificio principal para realizar un primer filtrado de sustancias nocivas que pueden provenir del exterior. De este modo se reduce el nivel de suciedad en el interior de los edificios. También se separan los cuartos de reprografía del resto de zonas en cada planta donde están presentes y se dotan de auto cierres y ventilación específica, impidiendo que las emisiones de la maquinaria ensucien el aire interior.
Por último, cabe destacar que el diseño del complejo incentiva los desplazamientos a pie, tanto por el interior como por el exterior del edificio. Esto se consigue con el diseño del paisajismo, el protagonismo de las escaleras, o la generación de itinerarios interiores agradables